–
Muchas veces, una de las mejores demostraciones de afecto que podemos tener por nosotros mismos consiste en darnos cuenta de qué nos conviene, a pesar inclusive de lo que queramos en nuestras vidas.
Las personas se van mostrando cómo son a lo largo del tiempo, muestran sus intenciones, sus maneras y está en nosotros ver hasta qué punto ese compendio se adapta a la proyección en tiempo que podamos hacernos cerca de esas personas. No querer ver realidades, resistirnos a lo que se presenta en frente de nuestros ojos, es una forma curiosa de hacernos daño, es un autoengaño.
¡Novedad!
Lo malo de morir de amor es que no te mueres
* Más información
Lo mismo ocurre cuando estamos sometidos a circunstancias en donde somos nosotros los que debemos tomar el control y no lo terminamos de hacer. Bien sea un trabajo que no resulta satisfactorio, un sitio que ya no sentimos como nuestro, un sueño que ya no nos cuadra, o sencillamente cualquier cosa que sentimos en algún momento de nuestra vida que tendría cabida y que por algún motivo u otro, no resulta así y no nos atrevemos a cerrar algunas puertas.
Hay quienes prefieren vivir sus vidas con un respaldo, en el sentido de tener varias puertas abiertas por si algo no funciona, pues sentir que aún se puede atravesar alguna de ellas en cualquier momento les da un poco de tranquilidad. Pero resulta que cuando algo no conviene y ¡lo sabemos!, dejar la puerta que nos da acceso a ello, es un drenaje de energía. Es como si tuviésemos una tubería y muchas derivaciones, por lo que la presión, el empuje siempre son menores que si decidiésemos conducir el fluido por un solo cauce.
Por no sentir que podemos perder una oportunidad, terminamos restándole a lo que vale la pena la intención, las ganas, la fe, en resumidas cuentas, la apuesta, y dejamos unas cuantas monedas por allí por si eventualmente se da, estar aun participando.
¡2ª edición!
Convivir no es de locos. El poder de las relaciones
* Más información
Pero entendamos que la duda es uno de los principales obstáculos en nuestras vidas. Tener la certeza de que algo ocurrirá favorece los resultados enormemente, mientras que la incertidumbre ante las opciones que tenemos disminuye el éxito en todas ellas.
Aprende a cerrar puertas, ten claro que esto no es un sentencia de por vida, no la vas a destruir, solo vas a concentrarte en lo que evidentemente es mejor opción y relájate, si el camino al cual conducía esa puerta es el que debes seguir, tu corazón se encargará de que oportunamente vuelvas a abrirla. Mientras tanto mantén el amor por ti en alto que mientras nos amemos a nosotros mismos, solo atraeremos a nuestra vida lo mejor.
Fuente: mujer.guru
–
La dependencia emocional es una soga gruesa q nos arrastra y a veces ahoga.
La necesidad de seguir creyendo en alguien o algo se hace tan vital que la vida de uno gira en torno a eso y te dejas en el camino energía q desgasta y sufrimiento de más por algo que t hace de menos.
Yo no tengo pudor en decir que ocurre, y aunque mis reflexiones son acertadas, mi corazón q es necio no m permite ser libre d las emociones.
Pero de igual forma, gracias x recordármelo en este momento de mi vida y en este ratito del día.
Es cierto lo que dices. En la vida hay que aprender a cerrar esas puertas, a veces es difícil o bueno creo que entre mas creces mas aprendes ha hacerlo, pero es necesario hacerlo.
Fue un excelente mensaje.
Me parece muy cierto. Sin embargo, el cerrar las puertas de ciertos apegos siempre resulta algo duro. Creo que somos caprichosos y aunque sepamos que es el camino equivocado, queremos ver hasta donde podemos llegar.
Gracias por este mensaje. Hizo que rectificara muchas ideas.