“El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión”
Esta es una de mis citas preferidas, pero yo todavía no soy así. En eso estamos.
Trabajo duro día a día para que todo lo que pienso y creo se transforme en realidad. Busco esa coherencia ansiada y deseada, pero no es fácil. Para ello hay que enfrentarse a la sociedad competitiva y selectiva en la que vivimos, pero también a nuestros miedos, nuestra soledad y nuestro desconocimiento sobre nosotros mismos. Y reflexionar desde un trabajo personal de humildad, paciencia y empatía. Quizás sepas de qué te hablo si estás también en este proceso..
Pero por ahora creo que lo voy consiguiendo. ¡ Pero aún hay mucho por recorrer!
Me considero un “activista” contra todo tipo de injusticia y maltrato humano o animal, y mi trabajo creo que se aproxima mucho al concepto de vocación. Ser profesor es un regalo y hacer realidad el sueño de la inclusión educativa a través del juego y del movimiento me parece el mejor de los principios. Trabajar con niños me ayuda a saborear el momento presente, a ver la sinceridad, la pureza en todo su esplendor, la amistad verdadera y sin condiciones. Además, colaborar en proyectos de investigación universitaria para poder incluir a personas con discapacidad en todo de tipo de actividades me parece una causa justa, solidaria y necesaria para poder avanzar hacia la sociedad del futuro.
De la misma manera, y apostando de nuevo por mi crecimiento en todos los sentidos, formar parte de La Brújula del Cuidador me inspira hacia esos pensamientos necesarios para poder así contribuir hacia la sociedad que anhelo. Compartirlos con nuestros seguidores es para mí hacer extensivo ese sentimiento de que es posible hacer algo para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir. ¿Utopía o realidad? Yo lo tengo claro, puesto que recibir tantos comentarios bonitos, halagadores y sinceros de personas que comparten tus pensamientos positivos, es una sensación única y vigorizante que demuestra que compartir y cooperar es sinónimo de felicidad.
El movimiento se hace andando, y aquí voy avanzando pasito a pasito hacia ese ansiado equilibrio entre cuerpo y movimiento. Entre mente y alma. Entre razón y corazón.
Soñador insaciable, viajero insatisfecho, hogareño sin morada.Mientras la vida sigue su curso yo intento ser su alumno aventajado. Mi asignatura pendiente es continuar aprendiendo. Mi mejor maestro el paso del tiempo. Él me seguirá enseñando…
Nuestros libros: