Hay personas a las que estamos unidas por fuertes hilos de colores invisibles, por explicarlo de modo gráfico a la par que mágico. Aunque un mito de Asia Oriental dice que es uno y es rojo, pero la verdad que creo que el color es algo que cambia, al igual que cambia la tensión/distensión de los hilos y las circunstancias que rodean a esas personas. Al igual que éstas progresan.

Hay personas que convierten lo ordinario en extraordinario, que cada vez que te hablan se equilibra tu corazón al compás de sus palabras. Que si te preguntan por el olor de la esperanza, dices el nombre de su perfume.

Personas que reclamamos para todos nuestros momentos de felicidad. Que se cuelan en los de tristeza para llenarnos de serenidad. Que riegan tus campos cuando a ti se te olvida. Que saben cuándo, dónde y cómo del mejor modo constar.

Hay personas que te curten de verdad y te subrayan lo importante, que siempre te animan a seguir adelante. Con las que no te importa decir absurdeces, con las que pase lo que pase creces.

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Hay personas que son un motivo constante por el que sonreír. Que no te llenan de consejos sino que te muestran cómo hacerlo. Que no pretenden ser tirita, sino una cura diaria para tus heridas.

Hay personas que elevan tu termómetro de la felicidad. Con las que olvidas que vivir es una cuenta atrás. Con las que te da igual el destino mientras vayan contigo. Con las que nada bueno cae en el olvido.

Seres muy humanos con los que ves factibles los improbables. Que sazonan el alimento de tu alma y que solo con pensarlos tu corazón palpita al ritmo de carcajadas. Personas que al describirlas, las cuerdas vocales les hacen la ola y de la boca llueven confetis.

Hay personas que no desafinan aunque canten mal. Que tienen un arte emocional especial. Que abrazan sin ahogar. Personas cuyos abrazos son el mejor lugar.

Personas que con una mirada te dicen lo que piensan, que con una sonrisa saben de qué quieres hablar, que sus “lo que necesites” son un talonario sin requisitos ni caducidad. Hay personas que son icono de la amistad.

Seres que son nuestra debilidad, de los que nos cuesta ver que hagan algo mal. Que saber que están en tu vida es como tener año tras año el décimo ganador de la lotería.

Hay personas que dan todo a cambio de nada, que el facilitar la vida a los demás es su vocación. Hay muchas almas buenas. Hay personas que actúan de corazón.

Que no se afligen ante la maldad, que no se muestran indiferentes ante el dolor ajeno, que son un estallido de emociones positivas y lo mejor es que muchas, forman parte de nuestras vidas.

No hablo de almas gemelas, sino de diferencias compensadas. Hablo de esas personas que untan corazones de paz, que destiñen el negro y conocen la libertad.

Son personas que saben apreciar lo que tienen en sus vidas. Son personas extraordinarias, personas que son un hogar.

María Garcés
Fuente: lamiradadetusonrisa