La vida es un viaje, no un destino: 10 cosas para recordar cuando te sientas estancado

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Nunca asumas que te encuentras estancado en cómo están las cosas.

La vida cambia, tú también puedes cambiar.

“No sé qué hacer.” “Estoy estancado.” “Me siento atrapado.” Estas son palabras que todos hemos pronunciado alguna vez en nuestras vidas. Cada cierto tiempo es común que luchemos con este tipo de estado mental, y si te encuentras así ahora, llegó el momento de salir adelante. Hay muchas cosas que puedes hacer.

La verdad es que tú tienes el poder de moverte hacia adelante, sin importar los obstáculos que se encuentren en tu camino. Tú tienes el poder de alcanzar todos tus sueños. Tú tienes el poder de lograr lo que te propongas y progresar en el camino hacia tus metas. Tú tienes todo este poder porque tienes la capacidad de ELEGIR. En cada momento uno elige lo que piensa, lo que hace y lo que quiere.

Si te sientes tironeado en todas las direcciones por fuerzas que van más allá de tu control, tómate el tiempo para centrarte nuevamente en lo que más te gusta de la vida.

No tienes porqué continuar haciendo las cosas como siempre las has hecho. No tienes porqué ser prisionero de tus viejos y familiares hábitos.

Hoy es un nuevo día, lleno de posibilidades, así que recuerda estas 10 cosas si te sientes atrapado o estancado:

1. Sentirse estancado es un SENTIMIENTO, no un hecho.

Cuando nos sentimos estancados, nuestro primer instinto típico es buscar en el mundo externo algo o alguien a quien echar la culpa. En realidad, lo que deberíamos estar observando son nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y cómo pensamos responder. Tu vida es tu responsabilidad. Y a pesar de que no siempre puedas cambiar tu entorno, ciertamente puedes cambiar tu percepción de este. Y la cosa divertida es que, al cambiar la forma en la que observas las cosas, estarás cambiando las cosas en sí mismas.

2. Las malas noticias del ayer son del pasado y punto.

No podrás tener un mejor día hoy si sigues preocupado por lo que pasó ayer. Cualquier cosa que pudo o debería haber sido, no importa. Aunque tengas ganas de seguir adelante con tu vida, tendrás un pie en el freno si sigues pensando en el pasado. Para liberarte, debes aprender a dejar ir cualquier cosa del pasado que te mantenga estancado. Deja ir tus lamentos. Deja atrás las frustraciones del ayer. Niégate a sentir dolores antiguos. La energía que requiere el mantener estas cosas en el presente te está impidiendo tener un nuevo comienzo. Simplemente piensa en qué es lo que quieres dejar ir, y hazlo.

3. Sentirse estancado es una señal de que llegó el momento de cambiar.

Puede ser un cambio de idea, de perspectiva, de opinión o de hábitos. El punto es que, sea cual sea el caso, hay algo de lo que estás haciendo que no te está funcionando. Imagínate a ti mismo como un río que fluye y desemboca en un gran océano. Muchas veces los ríos se ponen delgados en su cause y pareciera como si no hubiera movimiento en su superficie, pero esto sucede justo antes de que caiga a un cuerpo de agua mucho más grande. Lo mismo ocurre cuando nos preparamos para vivir uno de los cambios más grandes de la vida. Nuestra energía se debe contraer justo antes de expandirse. Y esa contracción es igual de importante que la expansión.

4. Lo que tengas que hacer no será fácil, pero ya verás que valdrá la pena.

Si te has venido haciendo la misma pregunta por un largo tiempo, sin embargo sigues estancado, es probable que no sea porque no te han dado respuestas, sino porque no te gustan las respuestas que te han dado. Recuerda, toma una gran cantidad de coraje el poder admitir que hay que cambiar algo, y aún más coraje el aceptar las responsabilidades asociadas a ese cambio. El crecimiento y el cambio pueden ser dolorosos a veces, pero nada en la vida es más doloroso que quedarse atrapado en un lugar donde no perteneces.


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5. Una excusa se interpone entre tú y el próximo paso que tengas que tomar.

Si realmente quieres hacer algo, encontrarás la forma. Si no, encontrarás una excusa. Esto puede ser difícil de aceptar, pero es la verdad. Deja de tener excusas de porqué no estás haciendo las cosas y enfócate en las razones por las que sí quieres que ocurran. La única persona que te detiene eres tú. Así que no más excusas – es hora de cambiar. Es hora de elegir qué es lo mejor para ti. Muchas veces cuando nos sentimos atrapados esperamos que algo mágico ocurra. Nos preguntamos cuándo los vientos cambiarán a nuestro favor. Hacemos esto en vez de abrazar el presente y admitir los cambios que tenemos que hacer. ¿Qué te detiene de dar el próximo paso? Si no es el miedo al fracaso, ¿entonces qué? Inseguridad, cansancio, falta de tiempo, falta de dinero, ¿cuál es tu excusa? Todos tenemos una… Pero cuando nos enfocamos sólo en nuestras excusas es muy difícil que salgamos adelante, de hecho caminamos en un círculo y caemos en un hoyo familiar al cuál hemos llamado “atrapado”. Deja las excusas atrás, son cosa del pasado.

6. Las opiniones de otras personas sólo te pueden detener si se lo permites.

Si te encuentras constantemente intentando probar tu valor a otra persona, ya es olvidado tu propio valor. No te hagas esto. Si te preocupas demasiado por lo que piensan los demás, siempre serás un prisionero. Tu libertad no se encuentra en el espacio físico a tu alrededor, se encuentra en tu mente. Siempre que te aferres a las definiciones que dan otras personas acerca de tu verdad, tu belleza y tu felicidad, siempre te sentirás atrapado. Pensamientos que comiencen con “Tengo que…” o “Realmente debería…” revelan dónde nos sentimos más obligados a dirigir nuestra energía. Redefine las cosas por ti mismo. Escribe tus propias definiciones. Termina tus propias oraciones. Encuentra tu propio camino. Y lo más importante, escucha tu intuición. Ésta ya sabe lo que realmente necesitas.

7. La autenticidad es liberadora.

Al permitirte a ti mismo ser tú mismo, permites que los otros a tu alrededor sean ellos mismos también. Esto crea relaciones honestas y vivirás en un ambiente libre. En una sociedad donde las personas tienden a apuntar el dedo, la única forma de combatir el juicio social es con la pura y santa verdad. Cuando hables acerca de ti mismo, hazlo abiertamente, sinceramente y permite que los demás te puedan ofrecer su ayuda y apoyo. No sólo estarás creando relaciones genuinas, sino también le estarás enviando el mensaje al otro de que él o ella también puede abrirse y ser honesto contigo y esperar tus consejos a cambio. La verdad de las cosas es que estamos todos en esto juntos, viviendo los mismos procesos y luchas internas. Todos tenemos imperfecciones y no hay ninguna razón para escondernos tras mentiras.

8. El verdadero crecimiento ocurre desde adentro hacia afuera.

Si las condiciones se dan, es fácil crecer horizontalmente al adquirir más dinero, automóviles nuevos, casas más grandes, etc. El crecimiento vertical, por otro lado, es cuando te quedas en el mismo lugar, con las mismas cosas, pero creces cada vez más hacia ti mismo. Es cuando logras decir, “hace 5 años me hubiese enfurecido de inmediato por algo así, pero hoy en día logro permanecer tranquilo frente a esta situación.” Este tipo de crecimiento es poco común, pero es el único crecimiento verdadero en la vida. Lamentablemente, muchos de nosotros nos sentimos estancados, y envejecemos mucho más rápido de lo que crecemos, porque nos enfocamos exclusivamente en logros horizontales. Pasamos gran parte de nuestras vidas en el carril de la “madurez” que nos dicta la sociedad – casarse, comprar una casa, trabajar, escalar en el trabajo, etc. – que dejamos de lado el concentrarnos en nuestros logros internos. Preocupémonos de dejar tiempo sólo para nosotros.

9. La vida es un viaje, no un destino.

Desapégate de los resultados de tus esfuerzos. Muchos de los cambios internos vienen de la capacidad de desprenderse de miedos sociales, supersticiones y dudas acerca de que es “normal” incorporadas a lo largo de los años. Dejando ir lo que “debería” ser o “podría” ser, abres tu vida a varias pequeñas sorpresas y alegrías. Puede que no lleves la vida exacta que quieres, pero llevarás una vida llena de sentido. La vida a veces es difícil, pero no es una carga. Haz que sea una aventura. Haz que sea divertida. Haz que sea la elección de sentirte bien contigo mismo, con tu mundo, con tus posibilidades y con los pasos que estás dando en este momento.

10. Eres mucho más fuerte y estás mucho menos estancado de lo que piensas.

Da un gran respiro y recuerda que los más grandes cambios y logros vienen luego de un largo periodo de sentirse estancado. Acepto y abraza esto. Cuando las cosas parecen estar en su peor momento, es el tiempo ideal para que tu estés en tu mejor momento. Si no puedes dar un gran paso adelante, da uno pequeño. Da pasitos de bebé si es necesario. Pero siempre recuérdate a ti mismo que eres lo suficientemente fuerte para dar un paso más, y ese paso es el único paso que realmente importa ahora.

Fuente: elvasomediolleno

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2 respuestas a “La vida es un viaje, no un destino: 10 cosas para recordar cuando te sientas estancado”

  1. Me parece verdadero todo el texto ,pero es difícil hacer lo que te gusta cuando las condiciones económicas te obligan a trabajar en lo que hay . En el tiempo libre sí ,se puede hacer algo que te guste .

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