–
Supongo que cuando nos enfrentamos a una ruptura amorosa lo primero que hacemos es buscar culpables. En este caso, y para no dejar de lado esta importante tradición, me gustaría culpar a mi propia inocencia por haberme enamorado de ti de la forma que lo hice. La verdad es que nunca imaginé que un sentimiento de esta intensidad se desarrollaría en mi interior. Fue casi como ver crecer a una pequeña planta, lentamente, cuadro a cuadro y pronto verse enfrentado a que esta pequeña se había convertido en un árbol.
A pesar de la lentitud, no fui capaz de comprender los signos de advertencia que se daban a mi alrededor. Lentamente comencé a ahogarme en la profundidad de tu mirada y tus silencios me ponían cada vez más ansiosa. Supongo que fue esto lo que me hirió más: la falta de palabras junto a las expectativas y sueños que lentamente fui tejiendo entre mis manos.
Me hirió que a pesar de que podía sentir la verdad en mi cuerpo y hasta en el frío que sentía en los huesos nunca fuiste capaz de decírmelo. Con nosotros no hubo despedidas ni palabras desgarradoras, tú simplemente te desvaneciste, como si repentinamente hubieses tenido la habilidad de hacerte uno con el aire que respiraba.
Nunca admitiste la real razón y es por eso que muchas noches sigo especulando si es que la culpa habrá sido mía. Hoy, y mientras escribo esto, he decidido que si alguien será culpable ese serás tú con tu falta de madurez y tu incapacidad de decir las cosas por su nombre. Tu silencio fue una constante casi desde el principio y las únicas veces en las que nos conectábamos era cuando decidías que tenías, finalmente, ganas de besarme.
Nunca llegué a ver más de ti que eso. Creo que estaba siempre a la espera de ese momento en el que finalmente te quitarías la máscara y me revelarías a tu verdadero yo. Imaginaba que ese sería el momento en el que nos daríamos cuenta que éramos el uno para el otro porque yo sería la única capaz de comprenderte y ayudarte. Fui ilusa e ingenua.
Finalmente me decidí a dejar ir tu recuerdo. Tu presencia ya no formaba parte de mi vida cotidiana hacía meses. Creo que he comprendido que ambos nos merecíamos el mismo tipo de felicidad, que el amor no es ni nunca podrá ser una emoción pasiva ni unilateral. Supongo que es por esta misma razón que me niego a decir que lo que tuvimos fue “amor.” Si puedo hablar de amor, y si se me permite hacerlo, llegué a la misma conclusión que muchos otros antes que yo: que el amor que realmente importa es el amor propio y que amarse a uno mismo antes que a los demás nunca pasa de moda.
Sé que el hombre a quien le escribo esta carta nunca la leerá. O quizás sí, ya no puedo asegurar nada. Independiente de lo que suceda, espero que puedas sacar una lección de esta vivencia de la misma forma que lo hice yo. Después de todo, cada cosa que nos pasa en la vida es una lección que debemos atesorar.
Teresa Donoso
–
Dios…… un escalofrío ha recorrido mi cuerpo al leer esto…… es como si hubiera leído mi propio pensamiento leyéndote … por supuesto, el amor propio no se ha de perder nunca.Si alguien se aleja de nuestras vidas así, dejémosle ir….. el Universo nos está protegiendo!!!
Namasté
Me has leído el pensamiento? Silencio constante, falta de madurez, espera y más espera.
preciosa carta.. trabajar el desapego, importante para seguir adelante
¡Cómo me ha gustado leerlo! Mil gracias por compartir estas reflexiones.
Yo estoy viviendo una situación muy parecida, ahora mismo, y desde hace ya muchos meses. Con un «pequeño» matiz: soy hombre.
Sigo en ello, porque vale la pena con creces, porque estoy totalmente convencido de que la Vida es, por definición, un esfuerzo y un aprendizaje constante. He sufrido mucho, y sigo sufriendo, pero aplico toda mi energía y toda mi esperanza, porque quiero el «premio», quiero a esta mujer asustada y traumatizada por su pasado, la quiero a mi lado.
Súper de acuerdo. Hay que dejar ir ….aunque duela
es que siento que yo la escribí hace diez años que alivio leer esta carta. Justo hoy- Me alegró y me da idea de lo que he ganado. Gracias Teresa Donoso.
Súper….estoy como viendo mi vida aquí…..todo es así…..al final. La culpa es lo de menos ..pero lo ilusa e ingenua es mi culpa… X no ver lo k era tan obvio…. Lección …
Wow!!!
Es que asi tal cual lo vivi
Es cierto tenia espectativas muy altas con alguien de 46 años que se niega a madurar
Prefiere salir con 20añeras
En fin
Andando que la vida sigue