
Anna Forés es Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Licenciada en Pedagogía por la Universidad de Barcelona.
Es una apasionada por la educación, y una entusiasta por saber cómo aprendemos y cómo vivir mejor la vida. Es autora de diferentes libros de divulgación, entre los que destaca “La Resiliencia. Crecer desde la adversidad” y “La Asertividad. Para gente extraordinaria”.
¿Cuál fue el motivo por el que escogiste estudiar Pedagogía?
Creo en la educación, y pensé que aunque los estudios posiblemente no me servirían para ejercer una futura profesión serían aprendizajes para mí, para mi entorno, y para la vida.
Ahora cumples 22 años como docente y formadora de alumnos del campo social, especialmente de educación social. ¿Qué se aprende trabajando con jóvenes?
Resaltaría principalmente la mirada fresca -aún no mediatizada- y la reflexión sobre el trabajo diario. La universidad exige estar siempre el día, no te puedes quedar con los papeles amarillos (risas). Hay que adaptarse y avanzar en los diferentes ámbitos para poder enseñar.
¿Qué cuentas pendientes piensas que tiene aún la Universidad?
Actualmente los parámetros de exigencia no tienen mucho que ver con mejorar la enseñanza. La figura del profesor/a universitario ha perdido mucho la dignidad. Me explico, la sociedad reconoce el papel del profesor/a universitario, pero eso está, hoy en día, en un diámetro totalmente opuesto en consideración con el área salarial o las condiciones profesionales. Estamos exigiendo investigación, gestión e innovación al profesorado y no le estamos dando ni tiempo, ni recursos, ni reconocimiento salarial.
Desde tu constante interés por estimular el potencial de cada persona, has escrito y publicado acerca de la resiliencia y la asertividad. ¿Por qué nos puede hacer más felices ser asertivos?
La asertividad es una de las claves esenciales de la comunicación humana. Nos permite expresar lo que sentimos, lo que pensamos y lo que necesitamos sin agredir ni ser agredidos. Cuanto más honesto, cuánto más sincero, y con cuánto más respeto me dirija a alguien, esa comunicación será más eficiente. Y si es eficiente fácilmente nos llevará a una mejor relación y con ello a una mayor felicidad.
Entonces ¿cómo podemos trabajar la asertividad?
La asertividad significa creer en la otra persona y creer en ti como persona. Se puede utilizar una mala asertividad cómo estrategia de manipulación, eso sería una falsa asertividad. El planteamiento correcto es desde el corazón: “Quiero ser una persona asertiva porque quiero llegar a la otra persona y poderle expresar realmente lo que siento”. Por eso debe de existir la confianza.
¿Cómo podemos explicar la diferencia entre una “persona sincera agresiva” y una que no lo es?
Si deseo ser una persona sincera asertiva, cómo me importa la otra persona cuidaré mucho qué tengo que decir y cómo tengo qué hacerlo. Un ejercicio o tres premisas para un planteamiento asertivo es formularse estas tres cuestiones: ¿Es útil lo que voy a decir? ¿Es verdad? ¿Es bueno para ambos?
Por lo tanto, para ser una persona asertiva debo de ser primero una persona empática…
Así es. Si no soy una persona empática, difícilmente seré asertiva. La persona no asertiva puede esconder un problema de autoestima. De hecho, la agresividad muchas veces lo que esconde son inseguridades: “Cómo no quiero que me cuestiones, soy agresivo contigo”. Si trabajo la empatía, te puedo comprender y si te puedo comprender puedo decir las cosas de la manera que creo te pueden ser útiles.
¿La resiliencia es un “Sí” a la vida?
Es un “Sí” rotundo; es el reconocer el sentido de la vida y darle sentido a la vida.
¿Crees que todo ser humano tiene capacidad para crecer desde la adversidad?
Por supuesto. Todo ser humano puede ser resiliente porque es una capacidad y como capacidad se puede trabajar. Por ejemplo, ¿todo el mundo es capaz de hablar idiomas? Sí. ¿Todo el mundo habla idiomas? No. Además, hay aspectos multifactoriales que intervienen para promover procesos de resiliencia, como puede ser el sentido de la vida, el ser consciente que formas parte de una red o comunidad, el autoconocimiento y autoconcepto, la iniciativa, etc.
Para ser resliente, ¿es necesario el apoyo de otra persona?
Es necesaria la mirada del otro, es decir el reconocimiento que soy digno de ser un humano. Porque el otro te dignifica y a partir de esto uno también empieza a creer en uno mismo. Dice Tim Guenard: El cielo empieza con la mirada del otro.
¿Y en la familia? ¿Cómo podemos demostrar a nuestros hijo el tú me importas?
Por ejemplo, un padre nos explicaba que no podía ver mucho a sus hijos por motivos de trabajo y eso le causaba mucha culpabilidad. Cuando llegaba por la noche, hacía un lazo en la cama de su hijo con lo cual el niño cuando se despertaba sabía que su papá durante la noche había pasado por allí.
Alguna bella experiencia de resiliencia desde la educación social o alguna obra que te apetezca compartir…
La experiencia de vida de Tim Guénard y su obra “Más Fuerte que el Odio”.
Una vez leí una frase tuya que decía que sin emoción no hay educación, ¿Por qué?
Desde los últimos avances más neurológicos, se demuestra que justamente cuando estás aprendiendo es importantísimo trabajar desde la emoción, puesto que todo aquello que conecta con la emoción nos “impregna” más. ¿Porque recordamos más un concierto? ¿O una película? Posiblemente porque nos ha emocionado. Si en la educación lográramos trabajar desde la emoción, todo lo que es la comprensión y la memorización sería más sencilla. Por eso se tendría que llevar la pasión a las aulas… La emoción es clave para aprender.
Entonces seguiremos trazando ese camino que nos permita crecer desde la adversidad y ser más asertivos… ¡Muchas gracias!
Entrevista realizada por Meritxell Ortiz
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Qué realmente las emociones manejan todos nuestros actos y que en la enseña nza-aprendizaje es clave en la asimilación y adaptación de los contenidos.Ayuda más a la memoria y comprensión,porque cuando nos gusta algo,emociona