“Te prequiero. No digo que te quiero, porque es pronto y te vas a asustar. O sea más todavía. Por eso te digo que te prequiero. Te prequiero mucho” (película Primos)
Llegó porque tenía que llegar. De forma rápida y sin avisar. Cuando menos lo esperas. Simplemente se planta ante ti y te arrea un buen bofetón a mano abierta en toda la cara mientras te devora por dentro. Fugaz, como todos los trenes que había estado observando en la estación. Que paren máquinas, para este tengo el billete comprado y no quiero bajarme. Mira la vida como vuelve y te sorprende.
Muéstrame tus cosas buenas pero también las malas. Quiero oírte reír a carcajadas y que me contagies. Que me corras por las venas. Quiero tu imagen en mi mente. Ser el ladrón de todos los besos posibles y que tú me concedas otros. Porque no hay besos mas inflamables que los que me da tu boca. Quiero viajar y hacer contigo las aventuras más imposibles. Lo quiero todo. Hasta el más mínimo detalle. Por minúsculo que sea. Pero paso a paso. Porque no tengo prisa. Quiero que discutamos y nos quitemos juntos las espinas. Verte llorar, fruncir el ceño, rabiar de impotencia y sacar ese carácter militar. Porque cuando navegues a la deriva y no encuentres la ruta correcta. Cuando todo lo des por perdido e ices la bandera de la rendición. Tenderé mi mano, te levantaré y te ayudaré a estar lista de nuevo. En las buenas y en las malas. Para eso formamos un equipo.
Te digo que te prequiero. Te lo digo porque no tengo prisa. Únicamente quiero cerrar los ojos y respirar. Hacer oídos sordos a todo ese zumbido exterior que es el mundo. Aislarme, pero contigo. Escuchar el silencio más estruendoso de este mundo. El redoble producido por los latidos de un desbocado corazón. Sentir que la sangre hierve de repente. Abrir una botella de vino y beberme contigo hasta la última gota de la madrugada. Perderme en la geografía de tu piel. Porque no sé si me gusta más tocar el cielo juntos o pasear por el infierno cogidos de la mano.
No soy el único que aprecia que realmente vales la pena. Pero quiero ser el que no pase de largo. Quiero ser la oveja negra de ese rebaño. No soy el único que te desea. Pero pienso ser el único que se detenga contigo a cada momento, sea como sea. Porque aunque tú no me veas, yo sigo aquí. Yo nunca me fui.
Felipe Gómez Rivas
Fuente: felipegomezrivas.wordpress.com
Simplemente me Encantó.
Ahora mismo enviaría un «te prequiero».
Me ha encantado el texto y el te prequiero es genial.
Precioso…me gustaría encontrar a alguien así en mi vida!!
Lindo y reflexivo, todos debemos tener a quien decirle «Te prequiero.» Parece de juego pero es bien serio cuando se lo decimos a la persona inteligente que logre descifrar la magnitud de lo que significa en tu vida, es una forma de decir te amo, para no asustar….!!!!! profundo, me gustó mucho, que Dios siga mandando las musas que te inspiren a escribir cosas serias.
Muy buen post 🙂 Me ha encantado!