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Ciertamente cuando la ilusión está presente en una relación, la capacidad de idealizar, de comprender, de empatizar, de admirar al otro, está presente sin mucha dificultad, sin embargo, una vez que la desilusión se hace presente todo pareciese venir en cadena, como si de pronto nos hubiésemos quitado una venda de nuestros ojos y todo lo apreciáramos de otra manera.
Evidentemente todo esto tiene que ver con un proceso mental, la percepción de lo que vemos cambia cuando estamos embriagados por hormonas que influyen en nuestra manera de ver a quienes nos rodean, el amor lo justifica todo, el desamor no perdona nada, todo lo ve con ojos agudos y tiene poca clemencia para lo que no encaja dentro de lo que desea.
Así como cuando alguien no resulta de nuestro agrado, que podemos fácilmente identificar lo que desde nuestro punto de vista representa un defecto, así se nos hace de sencillo, ver los defectos en la persona que de quien nos hemos desilusionado.
La desilusión puede venir de muchas fuentes, de una mala acción recibida, de expectativas no cumplidas, de la traición a nuestros sentimientos, de la frustración de no poder llegar a donde queremos ubicarnos en alguien… en fin, unas fuentes más que otras nos pueden hacer vislumbrar en el otro todo aquello que dé como resultado nuestro desagrado.
Podemos llegar inclusive a pensar o a reprocharnos el hecho de habernos vinculado a esa persona de cualquier manera, podemos sentirnos asombrados por haber desarrollado sentimientos por alguien a quien hoy se nos hace sencillo cuestionar, juzgar o criticar, ya que se ha venido abajo el manto que teje el afecto y se encarga de proteger de nuestros juicios a quienes apreciamos.
Tratemos siempre de ser lo más humanos y lo más justos posibles para observar al otro, independientemente de lo que nos una y nos desuna, tratemos de ver con nobleza al otro, entendiendo que cada uno lleva un proceso, que cada quien está en medio de sus propias batallas y cada quien hace lo mejor que puede con los recursos que tiene.
Juzgar es lo más sencillo, no se trata de pasar por alto algo que nos afecte, se trata de ser comprensivos y de aportar en la medida de lo posible en la vida del otro, para su crecimiento, para su evolución. Ciertamente el amor nubla los defectos, pero si ese amor cae, o llega la desilusión, usemos todos nuestros recursos para ver al otro con los ojos del corazón, que suelen ser más benévolos y menos crueles que los de la razón.
Fuente: mujer.guru
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Muy linda reflexion.. son lecturas construtivas..sabias… que dejan una ensenanza…gracias x esas lecturas q llegan al corazon…