“El reto más difícil es ser uno mismo en un mundo que intenta siempre ser otra persona” (EE Cummings)
Sé auténtico, soñador, amable, a instantes cabezota e incluso poseedor de un punto locura que te hace único. Sé tú mismo, defiende tu identidad en cada instante de tu vida aunque a muchos no les agraden tus rarezas, tus opiniones o tus manías. Mantén tu esencia y las personas adecuadas llegarán cuando menos te lo esperes.
Cuando dejamos de ser nosotros mismos para ser lo que otros esperan, perdemos lo más hermoso de nuestro ser: la propia identidad.
Aún más, cuando dejamos a un lado lo que nos hace únicos para convertirnos en una persona “estándar”, solícita y manejable que a todo se ajusta, permitimos que entren en nuestra vida personas a las que en realidad querríamos lejos.
Poco a poco y sin que nos demos cuenta, nuestros días adquieren una tonalidad gris, ahí donde no existe el brillo que inspira ni la espontaneidad que alegra y motiva. Así, es nuestra responsabilidad descubrir y defender nuestra propia luz, aquello que nos hace distintos, aquello que nos convierte en seres irrepetibles para un mundo que somos sustituibles.
Claves para ser tú mismo y atraer a las personas que quieres
Antes de influenciar o de crear un impacto en los demás para atraer a quien nos interesa, es necesario establecer una primera influencia o un lazo fuerte con nosotros mismos. Esa confianza en el propio ser es lo que nos abrirá las puertas. Te explicamos cómo hacerlo.
• Ponte en tus zapatos. Es muy posible que estés acostumbrado/a a ponerte en el lugar de los demás, pero… ¿cuánto tiempo hace que no tomas contacto con tus necesidades, emociones y realidades internas? Hoy es un buen día para empezar.
• Inicia un compromiso contigo mismo. Inicia un plan donde llegar a acuerdos firmes: “NO” a hacer, decir o demostrar algo que no quiero o no pienso. “SÍ” a ser yo mismo, “sí” a actuar sin miedo.
• Abraza tu presente. Es muy posible que la versión de ti mismo del pasado no te agrade demasiado, que te incomode. No importa. Tu oportunidad se abre en el “aquí y ahora“, así que imponte, actúa, crea, transforma y deja la impronta de tu identidad en cada cosa que haces.
Por último, y no menos importante, recuerda siempre el famoso lema de “ser y dejar ser”. Las personas auténticas y únicas se valoran y se quieren a sí mismas, pero a su vez también dejan ser a los demás y respetan sus universos personales. Ser nosotros mismos, en esta sociedad donde no siempre se respeta ese principio tan básico, es difícil; los sabemos, sin embargo vale la pena practicarlo.
Aprendamos pues a defender nuestra identidad, a mostrar con seguridad la alegría, la magia y la originalidad que todos llevamos dentro. Solo así abriremos las puertas a esas personas, a esas cosas y oportunidades que nos traerán la autentica felicidad.
Fuente: lamenteesmaravillosa
M convence, para mi esto es un reto.